En el día de hoy (25 de mayo) el Día de África.
Este mismo día en 1963 se reunían representantes de 30 naciones africanas justamente en Addis Abeba (Etiopía) junto al emperador Haile Selassie.
En ese momento, más de dos tercios del continente ya había logrado independizarse de los estados imperiales que en su mayoría eran europeos.
En esta reunión se comprometieron a apoyar la descolonización del resto de países y a defender la libertad mejorando los estándares de vida de los países miembros. Y por eso hoy celebramos el Día de África.
A nivel personal una de las cosas que he aprendido a lo largo de estos años en los que he tenido la suerte de visitar algunos países africanos es que tendemos a generalizar y agrupar muchas culturas, personalidades, etiquetas…bajo el nombre de “África”.
Como dice Ryszard Kapuscinski en su libro Ébano:
“Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Solo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos “África”. En realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe.”
África está formada por 55 países y tiene unas 2.000 etnias que tienen su propia lengua, por lo que la mayoría de veces que hablamos de “África” podemos generar una imagen que no se identifica con muchos países africanos.
Lo que yo he conocido a lo largo de estos 6 años en Etiopía con la MCSPA no tiene nada que ver con lo que más tarde descubrí paseando por las calles de
Saint Louis en Senegal, ni con el barrio de Etoudi en Camerún, ni mucho menos con la zona de Kribi (también en Camerún), ni con la frontera de Marruecos
con España (¡y todavía me quedan 50 países por descubrir!).
Cada uno de los países tiene una historia distinta, con éxitos, fracasos, decisiones…que han ido forjando a la población.
Lo que sí podría decir (esta vez generalizando) es que a pesar de lo que muchas veces nos hacen pensar los medios de comunicación, para mi África es RICA. Y no solo en recursos (que la mayoría de países tienen), sino que es rica en humanidad.
Creo que tenemos mucho que re-aprender en relación a nuestra manera de vivir y relacionarnos.
En occidente cada vez hemos ido dando más importancia a los títulos y a la imagen y nos hemos dejado muchas cosas por el camino.
Por eso algunas volvemos año tras año al continente…En cada viaje siento que tengo la oportunidad de aprender algo nuevo que integrar en mi día a día y de crecer un poco más tanto personal como espiritualmente.
Comparto unas palabras de Xavier Aldekoa que escribió en su libro “Océano África” y que explican mucho mejor que yo lo que intento expresar con esto:
“El mar parece uniforme cuando lo observamos desde la superficie. Solo si nos sumergimos en su interior descubriremos un mundo lleno de vida y
diversidad. África es un océano. Para querer África no basta con soñarla, hay que caminar sus calles, reírse con su gente, escuchar sus alegrías y tristezas,
sentirse ridículo por no entender nada…es necesario haber sentido en la piel el sol africano o saboreado pescado a la brasa en un puesto callejero. Porque
cada lugar es su gente, y solo es posible conocerlo si uno se mezcla con sus habitantes.”
Gracias a la MCSPA por haberme enseñado la verdadera Etiopía, por haberme mezclado con su gente hasta el punto de sentir hoy en día que parte de mi
familia está allí, por llevarme a comer injera y tomar café a cualquier casa local o unos buenos tebs en el puesto de carne de Debre Siga, por enseñarme a
ir a comprar un jueves cualquiera al mercado de Muketuri o hacer que nos las apañáramos con los constructores de las casas.
(Violeta Parra).
Comentarios recientes