¡¡Hola a todos!!
Aquí en Turkana, el mes de enero ha empezó con el calor y la sequedad características de estas fechas.
El equipo de la clínica móvil comenzó en enero con su rutina habitual, desde que tenemos la “emergency room” aquí en la misión todo ha mejorado para bien.
Hemos pasado de trabajar en un pequeño cuartito a duras penas, a tener tres habitaciones, cuarto, baño y un almacén para nosotros… ¡un lujo!
Además, en Napeikar contamos con un enfermero del Gobierno, Jack. Por suerte, esto no hace más que mejorar, lo que nos llena de alegría.
Desde la marcha de Emiliano y Teresa, además de Elvirah, nuestra enfermera keniana, contamos con Robert Kamuya, nuevo enfermero Turkana, esto nos ayuda mucho a mejorar el contacto con la población Turkana.
Además, durante estos dos meses ha estado con nosotros Paula, la enfermera que ya estuvo trabajando aquí durante el 2017, desde su marcha contamos con Iona, médico de familia que estará con nosotros durante este año 2019.
El mes de enero comenzó dando vida en la “emergency room” a tres bebés; cuyas madres acudieron a la misión para que pudiésemos estar presentes en el parto, por si se complicaba, pero por suerte todo salió fenomenal. Fueron partos sencillos, en los que las madres como siempre nos demostraban su fortaleza innata, soportando dolores muy fuertes.
Nuestros pequeños pesaban en el nacimiento 2,900; 3,200 y 3,900 kg respectivamente.
Las clínicas móviles de este mes han sido en Maísa, Liwan, Ngachurro, Nalemsekon y Natokorrae.
Además, estamos especialmente centrados en la administración de vitamina A (persiguiendo el objetivo de prevenir la ceguera), y la desparasitación de niños y adultos, para prevenir la posible aparición de parasitos; administrando Albendazol de 200 ó 400 mg según la edad.
En total durante este mes de enero hemos desparasitado a 68 adultos y 387 niños, y administrado vitamina A a 340 niños.
Continuamos dando charlas de educación sanitaria, centrándonos durante este tiempo en la importancia de los hábitos de limpieza diarios, para prevenir así la aparición de muchas posibles enfermedades.
Lo que para nosotros es muy básico, como la higiene diaria, para ellos es algo más complicado puesto que no tienen esa facilidad para conseguir agua.
Nuestra pequeña Asibitar no hace más que darnos alegrías, y gracias a vuestra ayuda está muchísimo mejor, está respondiendo como esperábamos al tratamiento y se la ve cada vez más sana, su madre no deja de transmitirnos su eterna gratitud.
Está haciéndose controles mensuales en el hospital de Lodwar y mientras tanto la tenemos aquí controlada en la misión, administrándole la medicación pautada por los médicos.
Aún nos queda mucho por hacer con ella, pero el ir viendo que va avanzando, pasito a pasito, nos da esperanza, y, sobre todo, muchas ganas de seguir luchando por ella.
Este mes hemos tenido diferentes urgencias; Ekaru, un chico de 15 años diagnosticado de epilepsia ha sufrido un episodio complicado, pero pudimos trasladarle al hospital de Lodwar donde han sabido encontrar la raíz de esta complicación (una posible infección bacteriana) y con el tratamiento antibiótico está mejorando mucho.
Además, tras realizarle un escáner cerebral le encontraron un quiste hidatídico en la zona parietal del cerebro, estamos a la espera de la respuesta del Gobierno para ver qué hacemos con este caso.
Por otro lado, nos llamaron del Gobierno ya que hubo una pelea en Lokomarenyang (un poblado a unas 2 horas en coche de la misión) con bastantes heridos, pudimos derivarles al hospital y a uno de ellos, herido de bala en el brazo, le tenemos con nosotros, y está evolucionando muy favorablemente.
Tiene además numerosas heridas por las caídas y golpes que sufre durante los ataques. Asekon y su familia viven muy lejos de la misión, en las montañas, pero la madre estaba desesperada y tras muchos días caminando, vino a vernos. Desde entonces la tenemos con nosotros, y gracias a la administración de medicación, a la evaluación, seguimiento y a la cura diaria de sus heridas, estamos viendo una mejoría asombrosa, desde entonces no ha tenido ningún ataque, y se la ve más alegre y muchísimo mejor estado general.
Como novedad, este año hemos comenzado a hacer revisiones médicas a los peques de la guardería de Lobur. Hemos decidido pesar y medir a todos los niños, así como ver el MUAC (del inglés middle upper arm circumference; circunferencia mesobraquial) para así ir valorando y viendo su evolución, y si la alimentación que les damos desde la misión les está ayudando. También tenemos en mente extenderlo a todos los centros nutricionales gestionados desde la misión.
¡El mes de febrero ha sido un auténtico no parar en la misión de Lobur!
Hemos tenido muchas urgencias de diferente índole que ahora os contaremos.
Respecto al clima, que aunque parezca una tontería, no lo es, ha influido mucho en nuestro trabajo de las clínicas y del dispensario.
Febrero se caracteriza por un viento importante, que conlleva a un aumento de la inhalación de polvo por parte de los Turkana, y con ello, episodios de tos, infecciones respiratorias…que hemos ido tratando en las diferentes clínicas y en el dispensario, sobre todo en los más pequeños y recién nacidos, ya que no están tan acostumbrados como otros sectores de la población.
Normalmente son toses “benignas” y que no precisan antibiótico, pero siempre viene bien verles y asegurarnos, y además siempre a los padres les deja más tranquilos que les hagamos un chequeo.
Este mes las clínicas móviles han sido menos, debido a la gran cantidad de urgencias. Aunque en todas ellas hemos tenido bastantes pacientes a los que atender.
Durante este mes hemos decidido dar la charla de educación sanitaria sobre el uso correcto de la medicación; puesto que los turkana, al verlo como algo tan “novedoso” y “mágico”, no tienen mucha precaución a la hora de tomarla, y debemos insistir mucho en los horarios, la cantidad y los efectos secundarios de ésta.
Intentamos hacerles ver que las medicinas son necesarias siempre y cuando sea realmente imprescindible, que deben tomarlas con mucha cautela y que, siempre, siempre, tienen también efectos secundarios.
Insistimos mucho en como deben conservar la medicación, y que siempre y cuando sea posible, acompañen la toma de algo de comida, aunque esto no siempre es tan sencillo…
El mes de febrero comenzó con una urgencia que nos impactó mucho.
Durante el trabajo en una de las clínicas móviles, en Liwan (un poblado a unos 45’ de la misión), nos avisaron de que a una mujer, Meyen, se le había caído parte del tejado de metal en la cara;
Pudimos tratar una herida importante que tenía en la frente, dándole puntos y limpiándola con insistencia, pero además, tenía una inflamación importante en el lado izquierdo de la cara, que nos preocupó mucho, acompañada de una hemorragia nasal que no cedía, por lo que tras discutirlo con el equipo en España, decidimos mandarla al hospital de Lodwar donde la estuvieron tratando durante una semana, y finalmente la trajimos de vuelta, con cicatrices pero recuperada.
Además, aprovechando que en Lodwar realizaron la campaña de cirugía general (por parte de un equipo de cirujanos españoles) llevamos diferentes casos que sospechábamos que requerían cirugías.
Operaron a Natolol, una niña de unos 8 años que tenía una osteomielitis (una infección bacteriana importante) en la pierna, que llevaba mucho tiempo de evolución.
Todavía sigue en Lodwar, con curas diarias y cirugías programadas, pero tenemos esperanza en que puedan salvarle la pierna. A ver qué pasa con ella…os iremos contando.
Tuvimos además un accidente en Kokuro, un camión que trasladaba sacos y personas, volcó.
Por suerte, la clínica móvil estaba de paso y pudo ayudar rápidamente, fueron derivados unos 20 pacientes a Lobur que necesitaban puntos de sutura y curas, y muchos de ellos se trasladaron a Lodwar para diferentes pruebas.
Respecto a Asekon, la paciente de la que ya os hemos hablado con epilepsia, la vamos controlando, aunque tuvimos un incidente ya que durante uno de los ataques se cayó encima del fuego donde cocinan, produciéndole importantes quemaduras que estamos cuidando diariamente.
No todo son incidencias…¡¡este mes hemos tenido muchos partos!!
Todos ellos salieron fenomenal, y con unos bebés sanos y estupendos; excepto uno de ellos, que nació prematuro y con un peso muy bajito, y tuvimos que derivarle a Kaikor para un mejor manejo.
Esto es todo de momento, corto pero intenso.
Yo por mi parte (Paula), me despido, dándole el relevo a Iona, médico de familia que estará trabajando con nosotros durante un año, con muchísimas ganas y una actitud admirable!
Una vez más, y como siempre, agradeceros vuestro apoyo de parte de la población turkana y del equipo de la clínica móvil.
Un abrazo muy fuerte,
Elvirah, Josephine, Paula, Robert y Steven.
Promover la creación y el desarrollo de recursos acuíferos sostenibles, especialmente en zonas áridas y semiáridas del planeta.
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