“El agua que ha llevado Emalaikat estos 10 años a Turkana ha dado vida pero sus voluntarios, cooperantes y misioneros lo que llevan cada día con su nube de generosidad es esperanza, aliento y nuevas oportunidades. Estas son las fotos que reflejan mis recuerdos del pasado mes de diciembre en Nariakotome: raíces e ilusión por la vida.“
Este es el breve pero emotivo testimonio de otra de nuestras queridas amigas y colaboradoras. Isabel, nuestro agradecimiento por todo lo que nos ayudas y por acudir a visitar la misión de Nariokotome y llevar tu alegría a los niños y a todos los que allí trabajan.
Promover la creación y el desarrollo de recursos acuíferos sostenibles, especialmente en zonas áridas y semiáridas del planeta.
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