Mientras estuvimos en Turkana en Julio, tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano el proyecto “Fábrica artesanal de materiales de construcción sostenibles”.
La fábrica se ubica en las instalaciones de la Misión de Nariokotome, a 8 km de la orilla oeste del Lago Turkana, y casi al pie de las montañas.
Se trata de un terreno sedimentario en superficie en el que es posible encontrar abundantes piedras con alto contenido en calcio, como son las calizas y los yesos. Además pueden encontrarse en la zona puzolanas: cenizas volcánicas compactadas de extraordinaria ligereza y que dotan a la cal de magníficas propiedades hidráulicas; o arcillas de gran plasticidad para su combinación con la cal y el yeso o simplemente para ser cocidas para obtener materiales cerámicos.
En 2013 con el afán de sustituir el cemento por cal en la construcción de las presas de mampostería que llevaba a cabo la MCSPA, se construyó y se puso en marcha un pequeño horno tradicional con capacidad para fabricar 10 toneladas de cal por cocción.
Al mismo tiempo se ponía en marcha un programa para la implementación de técnicas de construcción basadas en materiales y mano de obra locales con el objeto de animar la economía local, la fábrica artesanal de materiales de construcción sostenibles. Dicha iniciativa nos llevó a la necesidad de aumentar la gama de productos a fabricar en las instalaciones del horno, incorporando el yeso y los ladrillos de arcilla cocida como complementos ideales de la cal para el desarrollo de una arquitectura propia y competitiva en Turkana sin necesidad de recurrir a materiales industriales foráneos.
Otros materiales en el punto de mira son las cales hidráulicas (mezclas de cal con cenizas volcánicas naturales) y los prefabricados de trabadillo (mezcla de cal y yeso de gran ligereza y capacidad aislante y frente al fuego) como son los bloques y los elementos autoportantes para cubrir techos.
La fábrica artesanal de materiales de construcción sostenible comprende todas las instalaciones necesarias para llevar a cabo dicha actividad, siempre desde una preferencia de lo manual frente a lo mecanizado y de las técnicas sencillas frente a las complejas, reduciendo al mínimo la inversión requerida y posibilitando su explotación con una mínima dependencia del exterior.
Y para que podáis conocer mejor en que consiste el proceso os dejamos aquí este vídeo:
En 2020 se amplió la capacidad del complejo con un segundo horno para una producción total de 25 toneladas al mes financiado por Calcinor y actualmente gracias la contribución de la Fundación Arnhold de la Cámara se está dotando a los hornos con sendas chimeneas para la mejora del tiro y el equpamiento de seguridad para los trabajadores.
Promover la creación y el desarrollo de recursos acuíferos sostenibles, especialmente en zonas áridas y semiáridas del planeta.
Deja una respuesta