Dia Internacional de la Tolerancia. 16 de Noviembre.

En 1995, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) adoptaron la Declaración de Principios sobre la Tolerancia. La Declaración afirma, entre otras cosas, que la tolerancia no es indulgencia o indiferencia, sino que es el respeto y el saber apreciar la riqueza y variedad de las culturas del mundo y las distintas formas de expresión de los seres humanos.

 

La tolerancia reconoce los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los otros. La gente es naturalmente diversa; solo la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada región del mundo.

 

Cristina Hornillos nos ha escrito este artículo para hacernos ver la importancia de la Tolerancia.

 

¿Qué es la tolerancia?

 

“Tolerancia: Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.”

 

Tolerar no implica que sea de nuestro gusto, que nos agrade o que estemos de acuerdo, simplemente significa respetar. 

 

Como de aburrido y gris sería un mundo en el que todos tenemos las mismas ideas, gustos, diversiones, costumbres… Perderíamos una riqueza infinita de colores, sabores u olores. 

 

Hoy quiero hacer un símil.

 

Imagina. Ese peruano con el mejor ceviche del mundo al que te gusta ir todos los miércoles. El mexicano que hace que tu lengua arda en fuego, pero al que vas porque sabes que a tu novio le hace feliz. Los perritos calientes y hamburguesas que hacen la recena de una noche de fiesta desenfrenada, claro está, cuando no pedimos esa pizza italiana. O el día que queremos ser más originales y llevamos a nuestros amigos a un etíope para que descubran todos los sabores mágicos de sus platos.

 

Eso es algo que tenemos muchos en común, el gusto por la comida propia y ajena. Por lo que, o por lo menos, respeta a esas mentes brillantes que decidieron juntar todos los ingredientes para crear esa maravilla de plato, sean del lugar que sean y tengan las ideas que tengan.

 

Respeta que mientras cultivan los ingredientes tengan un modo de vida diferente, se paren a rezar a otro dios, opinen que la política a aplicar es una u otra, que su color favorito sea el naranja (en vez del típico azul que elegimos todos siempre) y que la siesta se duerme en el sofá en vez de la cama porque sino no es siesta. 

 

Todos somos diferentes y aportamos nuestro granito de arena a esta sociedad llena de frutas, verduras, carnes y pescados. Al igual que disfrutamos de la gastronomía, aprendamos a disfrutar de otras culturas, ideas o formas de pensar para crear ese plato de cocina fusión que nos permita replantearnos nuestra identidad, y hacerla mejor. Respeta al que tienes en frente, al que tienes al lado, al que tienes detrás y al que está a kilómetros de distancia. Todo el mundo te va a aportar algo (aunque siempre acuérdate de preguntar si sabe cocinar, a ver si así te aporta dos cosas en vez de una).

 

Por lo tanto, se consciente de ese respeto, aprende a tolerar, que tú tienes más suerte que muchos otros y puedes elegir restaurante.

 

Desde la fundación Emalaikat luchamos por la nutrición de los menos afortunados, favorecemos la agricultura local, y educamos en valores. Queremos que todo el mundo tenga su sitio, todo el mundo sea respetado y ganar en diversidad a través de la tolerancia. 

 

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