Algunas veces las malas noticias tienen la capacidad de llegar a todos los rincones del mundo y la noticia del COVID-19 no ha sido la excepción. Hasta en las montañas de Kokuselei, lugar remoto al Norte de Turkana nos van llegando noticias. La información que llega, muchas veces ha pasado por tantas personas que no se parece al mensaje inicial.
Las malas noticias también tienen la capacidad de sacar lo peor y lo mejor de los seres humanos y este último es el caso de Cecilia Ekatorrot, una joven estudiante de “ciencias del hogar” que junto con una maestra, Lilian Maketa, se han puesto manos a la obra para cortar y coser mascarillas para los habitantes de la zona de Kokuselei para poder protegerse frente al virus.
Todos los días trabajan elaborando mascarillas con los diseños alegres de las telas kenianas. Esta tarea se ha convertido en esperanza y alegría para ellas, pues cada granito que se hace ayudará a mitigar el virus si llega por estas tierras.
Una vez más la solidaridad, el cuidado y el cariño por el otro tiene más peso que las malas noticias.
Promover la creación y el desarrollo de recursos acuíferos sostenibles, especialmente en zonas áridas y semiáridas del planeta.
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