Muketuri ante la pandemia covid-19.

 

En marzo debido a la pandemia, siguiendo las indicaciones del gobierno etíope,

 

el Centro Materno infantil San José en Muketuri,

 

donde 351 niños reciben educación preescolar pero sobre todo alimentación,

 

cerró sus puertas.

 

Para muchos de los niños dejar de desayunar y comer en el centro significa un importante impacto en su crecimiento, además, ahora agravado porque muchas de las madres que tenían trabajos irregulares en el pueblo, como lavar ropa o cocinar “Njera”, se han quedado sin trabajo debido a la situación de inestabilidad económica provocada por la pandemia.

 

A finales de marzo empezamos a distribuir semanalmente alimentos a las familias más necesitadas.

 

Todos los martes con la ayuda de las maestras y jóvenes de Muketuri para organizar la distribución,

 

105 familias recogen garbanzos o habas, leche, verdura, huevos y jabón.

 

 

Desde que hicimos el llamamiento de emergencia para poder sufragar los gastos de esta campaña de ayuda, 

 

muchos habéis colaborado desde la Fundación Emalaikat, 

 

¡Gracias!

 

Creemos que es importante prevenir la desnutrición de estos niños hasta que podamos reanudar las actividades de manera normal.

 

En abril, debido a su situación y a la necesidad existente, decidimos volver a abrir el aula de niños con capacidades diferentes, tomando las medidas de precaución higiénico-sanitarias necesarias para asegurar su bienestar.

 

El programa de atención a niños que sufren desnutrición ha continuado, ya que no podemos permitir que esta situación acabe afectando a los más débiles.

 

Las consecuencias económicas de la pandemia están siendo terribles en países como Etiopía, donde la gente vive al día, y depende de lo que trabaja, vende y compra a diario. 

 

La gente que no tiene tierras y depende de su trabajo, son los más afectados. 

 

Desde la Fundación Emalaikat también estamos apoyando a los campesinos para que planten todo lo que puedan ahora, en la época de lluvias.

 

Plantar es la única opción segura que tienen para poder comer, ya que la subida constante de precios es otra de las consecuencias de la situación provocada por la pandemia. 

 

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