Hasta el 2025 se han perforado 145 pozos, 20.250 personas con acceso a una fuente de agua continua y segura. El 20% del territorio de Malawi está cubierto por agua dulce. La población recoge el agua para su ingesta diaria en lugares expuestos, tales como ríos, arroyos, lagos, estanques, etc. de manera que el agua que ingieren se convierte en una fuente de enfermedades. Beber agua de una fuente segura tendrá un efecto inmediato en el estado de salud y nutricional de la población, y aumentará su productividad y calidad de vida. Pueden plantar árboles frutales alrededor del pozo y mejorar su dieta. Las mujeres y niños tienen que realizar largos recorridos para recoger agua. Al facilitarles agua segura en lugares próximos a sus hogares; dispondrán de más tiempo para dedicarlo a otras actividades.